En el retablo mayor de la parroquia de San Sebastián, antigua ermita y cementerio del Municipio, preside la imagen de la Virgen del Prado, conocida también como la Virgen de la Pera, que era la patrona de los hortelanos y de los vendedores de fruta de aquella zona de Sevilla.
De autor desconocido, la imagen está atribuida a Jerónimo Hernández, datada entre 1577 y 1578 . La Virgen, es una imagen de calidad artística suficiente como para ser considerada un buen ejemplo de la escultura manierista de finales del siglo XVI en Sevilla.
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| Foto: José María González-Nandín y Paúl. Virgen de la Pera. Año 1930. |
La hermosa imagen de la Virgen es de acabada talla y su tamaño el natural. En su rostro bellísimo resplandecen los rasgos de un inefable candor y los gloriosos destellos de una ideal ternura que mantiene con la vista baja hacia el Niño, que lleva en el brazo izquierdo. El Niño mira con un gesto de serena ingenuidad, a la vez que bendice con su pequeña mano derecha al que se acerca, y apoya su mano izquierda en el brazo de la Madre.
En tiempos remotos Nuestra Señora de la Pera, actualmente titulada del Prado por el lugar en que está enclavada la ermita donde recibe la veneración de los fieles, fue objeto de la mayor devoción entre los labriegos de las huertas que muy cerca existían y entre los vendedores de frutas que llegaban a Sevilla desde Gandul, Marchenilla, Alcalá, Dos Hermanas y otros lugares de aquella comarca, conocida con el nombre de la Campiña o Banda Morisca.
En un libro impreso en Barcelona con el título de Año de María se menciona a esta gloriosa imagen, agregándose los pormenores de que a su ermita acudían a celebrarle fiestas aquellos fieles y un gran concurso de los de la capital el día 5 del mes de agosto, teniendo lugar los cultos muy de mañana para esquivar el excesivo calor.
En 1709, y por la circunstancia de padecerse una angustiosa epidemia que afligió a la capital de Andalucía, sufrió una lamentable decadencia dicha devoción.
Hasta 1930, la imagen salía en solemne procesión de gloria por las calles de la feligresía. En octubre de 1940 acudió hasta a la catedral para participar en la magna procesión celebrada con motivo de la clausura del I Congreso Mariano Diocesano.
En 2007, con motivo del 430 Aniversario de la bendición de la Virgen del Prado, la Hermandad de la Paz reanudó la salida procesional, produciéndose cada año por el mes de mayo.
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